sábado, 22 de diciembre de 2012

Mi tesis de Derecho (Los Comités de Salud en Panamá)

Hace pocos días me escribió un ex compañero de trabajo pidiéndome le facilitara mi tesis de derecho, que es relativa a los Comités de Salud en Panamá, estos organismos mal entendidos y mal utilizados fueron una de mis pasiones en el tiempo que trabajé en el Ministerio de Salud. Le respondí que con mucho gusto y le hice llegar el documento, pero luego de ello recordé que ese documento tiene buen tiempo archivado, en formato electrónico y formato papel sin que más de 4 personas lo hayan leído, eso me hizo reflexionar sobre lo aparentemente inútil que resulta elaborar documentos como este para obtener un titulo universitario y aunque las universidades ofrecen entre una o hasta cuatro alternativas distintas a la tesis (prácticas profesionales, monografías, examen general, cursar dos materias de maestría) en realidad estas modalidades no son más que un requisito engorroso para darte tu diploma.

Lo son desde el punto de vista que las que tienen resultado escrito, monografias y tesis, terminan comiendo polvo en anaqueles de bibliotecas, la practica profesional es una pesadilla para el estudiante que trabaja y constituye una forma de brindar mano de obra gratuita a algunas empresa además que por el breve tiempo que representan estas prácticas es difícil creer que un estudiante pueda poner a prueba realmente los conocimientos adquiridos, claro, esto no se cumple en todos los tipos de carreras, algunas, como las de comercio o las técnicas si permitan al estudiante practicar verdaderamente, pero en carreras como Derecho, donde los procesos son algo dilatados, hay pocas oportunidades de completar ciclos o casos desde principio a fin, pero bueno, la exposición a un entorno laboral real es una experiencia invaluable para muchas personas, que en su practica aprenden mucho de otros, aunque lo que deberían es aplicar conocimientos. El examen general y cursar dos materias de maestría pueden ser excelentes validadores de conocimientos previos, un examen de lo visto a lo largo de la carrera exige preparación importante y materias mas complejas también, pero si ya has aprobado todas tus materias con el mínimo al menos, para que una prueba más. Si después de todo, al salir al mercado laboral seguirás aprendiendo y seguirás actualizandote, una tesis, una práctica o cualquiera de los otros medios no te dan herramientas adicionales a las que traes al entrar a la carrera, ni a las que forjas durante ella, pero es un requisito y hay que cumplirlo.

Ahora bien, el objetivo de mis reflexiones no era criticar estos mecanismos de terminación de carrera universitaria, era reflexionar sobre el hecho de que no he compartido mi documento con nadie, durante el tiempo que laboré en salud vi como se cometían injusticias con personas vinculadas a los Comités de Salud, y me refiero a todos los vinculados a ese sistema. Para ser más claros debemos recordar que un Comité de Salud es un organismo que permite o facilita la participación de una comunidad en sus problemas de salud y le sirve de vínculo, enlace o contacto con la autoridades, estos organismos tienen una ley y un reglamento, adicionalmente aprueban un estatuto. Sus normas constitutivas les permiten generar fondos propios, con una autonomía tutelada para manejarlos y esa tutela es más intensa cuando los fondos provienen de las "donaciones" que hace la gente al recibir algún servicio de salud en un centro de salud, por centro de salud entiéndase aquellos que brindan atención primaria o preventiva, la atención hospitalaria se rige por otras reglas.

Al estar integrados por todos los miembros de la comunidad que se interesen en el tema, es natural que tengan una directiva, que es a la que suele llamarse comité de salud y esa directiva es electa por elecciones en las que toda suerte de presiones y pasiones políticas entran en juego distorsionando los fines y objetivos de la organización, el objetivo político es controlar el comité,  o sea, la directiva que administra los fondos y los recursos materiales y humanos que se obtienen a través de ellos.

Las injusticias que mencionaba, además de las manipulaciones políticas, conflictos personales y familiares, también incluían temas como que los empleados pagados con fondos de comités de salud no eran tratados ni como servidores públicos ni regulados por el Código de Trabajo, dejándolos despojados de cualquier derecho laboral, algo aberrante y abominable que por conveniencia e indolencia las autoridades de salud permitían,o permiten no lo sé ya que dejé esa entidad en 2008.

Mi trabajo de grado trata el problema y propone algunas alternativas de solución, he aquí el enlace para quienes de casualidad deseen ojear algo sobre el tema: https://docs.google.com/open?id=0B-MA6c5VYoMgVnhiOVhKS2dFc3M

martes, 9 de octubre de 2012

La democracia que yo percibo en Panamá

Nota: las siguientes lineas fueron escritas mientras labore en una entidad que no permite expresar opiniones politicas. hoy finalizo mi trabajo alli y por eso publico ahora este vieja idea 

Sobre la democracia panameña.

Siempre me gustó la política, tanto que incluso milité en un partido político por más de 10 años y vi mucho de nuestro quehacer político; descubrí para mi que la política es un arte, pero los políticos no son artista ni artesanos, son hombres y mujeres pragmáticos interesado en una cosa, su provecho personal. Seguro hay excepciones, debe haberlas pero no les conocí, ni en el mio ni otros con los que tuve contacto, donde no recuerdo que la democracia fuera un gran preocupación en comparación con ganar una elección. También descubrí para mí como son las personas o el pueblo frente a los "artistas o artesanos
" de la política y lo que vi no me gustó, pero bueno, hace poco vimos algo de eso en el famoso pueblo del Bebedero. Los panameños, por las razones que sea, canjeamos nuestro voto o inscripción partidaria por un tanque de gas, el pago de algún servicio público, una beca, un puesto de trabajo, dinero en efectivo o cualquier cosa que satisfaga una necesidad (real o ficticia). De allí nace mi reflexión sobre nuestra democracia.
En Panamá, esta noción es un zombie, una carcaza vacía, algo de lo que tenemos la estructura, más o menos bien cimentada, formal, pero no sentida y hablo de sentimientos porque la democracia es una forma de vida, es algo que se siente, es algo en que se cree, es una idea o un concepto y tu tienes que creerlo real, tanto como Dios, la honestidad, la sinceridad, el valor, la justicia, etc. para quererlo, creerlo y practicarlo. Claro, un analista político o un científico dirá que eso no importa dado que las emociones o los sentimientos, las ideas no son medibles o cuantificables y en un mundo donde todo debe poder medirse, pesarse, valorarse (en dinero) para ser real, el nivel de compromiso o de creencia o de vida democrática de una persona o un colectivo puede ser difícil de medir en estos términos; por eso los tratadistas fijan o resumen la democracia en algunos elementos constitutivos, algunos de los que podemos repasar son: el sufragio, una constitución reguladora de las relaciones de poder, división de poder dentro del Estado y la adopción y vigencia de principios fundamentales (derechos humanos); sin dudarlo estos principios están presentes en muchas constituciones del mundo, la nuestra y hasta algunas de los pocos regímenes socialistas que quedan en el mundo y aunque no lo crean en la del "temible" Irán. 
Vistos los elementos más relevantes de una democracia, como es que Panamá no es un país democrático  al menos para mi. Esto es porque el panameño realmente no siente amor o afecto por este régimen, tal vez por ninguno en particular, sea monarquía, dictadura, fascismo, el que sea. Los panameños, es doloroso decirlo, solo quieren un Estado más que "paternalista", seria "maternalista" que "le resuelva" y que con el amor y cuidado que solo una madre puede dar, vele por el ciudadano tanto como sea posible. Esto unido a nuestra indolencia y falta de formación política y cultural nos hacen caldo de cultivo propicio para ser sojuzgados por lideres autoritarios que "resuelvan" nuestros problemas, nos conformamos con ver las estructuras desvencijadas de una democracia inerte, es lo que exigimos al régimen militar y es lo que nos dieron en 1978 y 1984 poder votar y una constitución que dijera cosas democráticas, pero nunca hemos tenido la intención de cumplir las leyes y los principios que dimanan de una constitución democrática y es allí donde radica nuestro problema, la trampa en la que cada 5 años caemos esperando que llegue el "mesías" político que nos llene de prosperidad sin entender que nuestro bienestar depende del trabajo duro y el respeto a la ley y el orden constitucional, al tiempo de darnos cuenta que el "mesías" era un "anticristo"  o como dice una vieja canción que el "rey era un monstruo de piedra" ya es tarde, tenemos que esperar el tiempo que resta para elegir otro y en el ínterin  salvo algunas voces disidentes (las mismas de siempre, suba quien suba) critican, señalan, acusan pero no son escuchados, estamos ocupados en los hechos, cuantas bolsas de comida le podré sacar al diputado, cuando le pagan los 100 a los 70 al viejo (para tomar mi parte) o cuando llegan los materiales que prometió el honorable, etc. 
Redireccionar nuestro país por la senda democrática no es solo votar, no podemos elegir ángeles para gobernarnos, elegimos panameños (viciosos y virtuosos como tu y yo) para administrar la cosa pública, pero después de darles ese mandato (no ese poder) debemos acompañarlos, seguirlos, criticarlos cuando es necesario y exigir cuentas. La autoridad debe cumplir y hacer cumplir la ley, pero en un país democrático  en un Estado de derecho, los ciudadanos también cumplimos y hacemos (por medios que prevé la ley) que las autoridades cumplan las leyes.
Al mirar atrás, sin pasiones, veremos que en 1821 compramos la independencia; en 1903 nos garantizaron la independencia y en 1989 nos la volvieron a "regalar" a costa de sangre inocente, pero como es algo que se nos ha dado sin lucharla, sin sudarla, tal vez por eso no la sentimos nuestra, no la valoramos en toda su extensión y contemplamos la estructura de un régimen democrático sin saber o entender bien como se VIVE en ella.